El fotógrafo más famoso del Ecuador estuvo muy ocupado tomando
fotografías de una familia feliz. En medio de sonrisas, murmullos y emoción, el
fotógrafo dijo en voz alta, ”¡decís ´Cheese!”
Hubo un destello, el ladrido sordo de un perro y un grito con
indignación – “¡Cheese! Me ha seguido otra vez!”
El perro del fotógrafo – Cheese – tenía los más hermosos ojos
marrones. No dejaría a su amo ni por un solo segundo. Eran inseparables. Cada
mañana, el fotógrafo iba a su gran ubicación seguido de su perro – un escaño
contra un muro, en frente de la más bonita cascada de San Rafael. La gente
excitada y fascinada se había tomado sus fotografías de pie sobre la escaño.
Pero su excitación no pudo igualar a la excitación de Cheese.
Inconsciente de los regaños y también del palo de su amo, Cheese fue,
probablemente, el perro más feliz – porque estuvo con su amo.
Un día , cuando Cheese fue siguiendo sigilosamente a su amo, meneando
su cola con alegría, se sobresaltó ante un grito muy fuerte, un autobús
volcado, su amo en medio de la calle y un charco de sangre.
Hoy, hace siete meses que el fotógrafo famoso murió. Todavía la gente
viene al escaño contra la muro, están sin palabras por las vistas
impresionantes y toman su fotografías. Cada día hay personas distintas con
vidas distintas, con una expresión distinta en la cara, pero todas están
sorprendidas de la misma cosa extraña – un perro que tiene los más hermosos
ojos marrones, de repente sale debajo del escaño con un ladrido sordo y mirando
intensamente a la persona con la cámara.
Lo que ocurre cada vez que alguien dice, “¡decis ´cheese´!”
Fotografía: Diego Cifuentes
Texto y voz: Sakshi Kalia
Instituto Cervantes Nueva Delhi
Texto y voz: Sakshi Kalia
Instituto Cervantes Nueva Delhi
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